Adios Pequeño Grogu
- dpetrassi
- 12 ott 2022
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Grogu ha decidido que este mes ya se ha divertido bastante con sus hermanitos y su madre y que quiere marcharse.
Escribo este post porque los criadores a menudo sólo publican los buenos momentos de la cría. Cada uno tiene derecho a hacer lo que quiera, pero criar significa perpetuar la vida, y si hay vida, también hay muerte. Hablar de ello ayudaría mucho, ya que no todo son unicornios sonrientes. Como sabéis, Grogu nació pequeñito, con 55 gramos, tras sufrir al quedarse en el canal (fue el primero en nacer). Cuando salió pensé que había nacido muerto. En cambio, esta pequeña cosa estaba respirando. Le limpio las vías respiratorias, lo seco, lo pongo en la alfombra caliente, le corto el cordón y se lo doy a Marianne, que inmediatamente se pone a lamerlo. Los otros dos nacen (Jabba el segundo nace con un par de empujones, Padme con uno) y luego los identifico y los peso. Cuando leo 55 me sorprendo y pienso que no lo conseguirá. Sin embargo, Grogu comienza a luchar e intenta atacar. No lo consigue, pero veo que se esfuerza. Así que decido luchar con él: durante diez días lo alimento con una sonda, con la esperanza de que engorde y se acople. Y así sucede: el pequeño Grogu ya desde el segundo día, fuerte con la leche que le doy, se prende y crece en peso (no tanto como sus hermanos, pero crece). Es activo y vivaz, un tipo simpático que se pelea por el pezón y siempre se lleva la peor parte con sus hermanos. Hasta el sábado. En el pesaje del sábado me di cuenta de que había perdido tres gramos (no pasa nada), pero enseguida puse las antenas en alto. A partir de ahí todo fue cuesta abajo. Grogu decidió no seguir con el enganche. Los bebés prematuros o con bajo peso tienen una posibilidad de sobrevivir (y ocurre) pero según la literatura científica que he consultado mueren en los tres primeros días o a la edad del destete, 4-5 semanas, como Grogu. Obviamente, varía de una raza a otra, pero para un siamés/siamés oriental 60-65 gramos sería el mínimo. Nada ayuda con el tubo, la jeringa, los goteos que he tenido y todo lo demás me lo ahorro. Grogu está cansado desde ayer, respira poco y duerme todo el tiempo. Si lo acerco a su madre baja la cabeza y no quiere saber nada del pezón. Ha decidido precisamente que quiere despedirse. Estoy luchando hasta el final, pero cuando esté listo lo dejaré ir. Anoche (en la que sólo dormí dos horas) lo metí bajo las sábanas y lo abracé: le hice saber lo mucho que lo quiero y que todo está bien. Estoy destrozado, pero he decidido luchar, por Marianne, por los hermanitos y por toda la banda. Y porque, a pesar de todo, me encanta la cría. Me encantan los gatos y quiero demasiado a los siameses como para renunciar a ellos, pero hoy es difícil. Me gustaría decirte mañana que Grogu nos la jugó y que todo fue una farsa, pero tal y como está lo veo muy, muy difícil.
Al día siguiente de escribir este texto, Grogu se fue. Grogu, mi pequeño, pequeño y dulce siamés, el gatito de papá. Mi Grogu. Te amaré por siempre.
Vole vole petite aile Ma douce, mon hirondelle Quitte ton corps et nous laisse Qu'enfin ta souffrance cesse Va rejoindre l'autre rive Celle des fleurs et des rires Vole, vole, mon amour Vole à ton dernier voyage